Un reinado no siempre tiene fecha de fin.
- Chas McCholas

- 20 sept 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 sept
Donde acaba un cuento de hadas, a veces no augura una etapa de ensueño. Perdónenme que les diga que ayer obtuve mi dosis de ilusión tan buscada como el fentanilo en sangre de un drogota. Aquí me tienen, listo para analizar los vericuetos futbolísticos por todo el mundo y brindar a los fans información privilegiada sobre los Garch’ desde el vestuario hasta la sala de juntas.
El arranque del primer partido de la temporada evolucionó con poco peligro por ambas partes y con una zaga garchuda con pocas ganas de ir de sepelio.
Los Garchoides propusieron un juego ofensivo, atrevido y con valentía para mover un balón bien arropado por los pies de Felpudo y Anciana. Entre los dos sumaron la friolera de 6 asistencias en el partido (5 de Anciana y 1 de Felpudo). Las combinaciones de este tándem provocaban que el banderín del árbitro se le levantase en todo momento, y eso que no había fuera de juego.
Il Salvatore estuvo ágil con sus piernas y realizó una parada salvatora que hundió aún más a un rival que en ningún momento se acercó al empate.
En el ámbito ofensivo, Letamina, LeCuenc, Felpudo, Chudo y Anciana inauguraron sus cuentas goleadoras de esta temporada, con un total de 7 goles.
Vimos alguna que otra cara nueva, en especial, un muchacho con funciones de engranaje: jugador de equipo. Petición expresa de CCleaner. Su nombre es Marcaje, hijo de herrero, hermano de soldador y con el número 5 a su espalda. Nada de lo nombrado anteriormente le pesa. Me expondré a críticas con mi diagnóstico, algo anticipado y prematuro, pero creo que supone una pieza maestra para encontrar el equilibrio que este equipo, y en particular, el equilibrio mental de El Tibias tan anhelado por todos.
Aprovechando que se menciona al recién citado, quisiera agradecerle por tanto y por tan poco a la vez. Me explico. Para los que no estuvieran presentes en el campo, este crack nos deleitó con un rito de iniciación bastante inusual con marca de la casa. La imagen de su partner in crime, Le Cuenc (nunca mejor dicho), resumía la incomprensión absoluta. No era fácil asimilar lo sucedido en directo. A raíz de un intento de despeje, cómo santas narices había conseguido meter un gol en propia sin apenas ángulo para que el balón sobrepasase al gran Il Salvatore. A pesar de ello, felicitarle por su comportamiento, que se ajustó a los marcos legales que rige la constitución. Quizás no rompió piernas, pero partió con la monotonía del oficio.
Positivas son las sensaciones del inicio de la temporada y con un T-Dex sano, puede ser interesante ver qué éxitos lograrán cosechar este año.








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