Relevo en el frente
- Chas McCholas

- 24 abr 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 sept
Marbella, 2016. Queda para el recuerdo una trifulca de La Tabaca Rolda contra otros directivos de la categoría quiénes se mofaban que Garchoides jamás disputaría una final. Bien, el miércoles pasado (20-Abril-2022) Los Garchs se disputaron el liderazgo con el taimado equipo Ballesteros. Ese día había llegado y ser 6 en el campo era la manera de demostrar que estos perfectos necios están llevando una gestión del club no otra que pésima.
Minutos antes de arrancar, se cerró una cesión de un mozuelo llamado Carlos. Por si alguien tenía alguna duda: no, no es un fichaje muy buscado, para ser sinceros. Portaba chándal deportivo rojo de manga larga, manos en la cintura como su posición basal y con más buena fe que técnica en sus pies.
“Tiene sangre de portero con corazón de anciano” - apuntaba el entrenador.
Ahora bien, su presencia sostuvo a unos Garchoides que llevaron la batuta del partido en todo momento, con incontables ocasiones desde ambas bandas, con Jobbo a la cabeza y un carrilero incansable conocido como La Llanga. Compañero de El Tibias en el frente del Donbás y recambio natural del audaz Azpilicueta. Tanta versatilidad como experiencia de combate y un incansable cimiento al que este cronista espera poder disfrutar de sus miradas de jugón en más ocasiones.
La primera parte, después del primer gol garchudo a tiro lejano de LeCuenc, estuvo repleta faltadas poco respetuosas a un árbitro al que le conviene evitar sobresaltos. El trencitas rival ya había sido apercibido por sus calentadas y ahí se preparaba LeCuenc, sin desaprovechar una sola ocasión. A la primera que tuvo, se desahogó encendiendo más a éste, clavándole el codo entre las costillas para dejarlo sin aliento. LeCuenc fingía desconocimiento ante lo sucedido mientras el otro balbuceaba algo sobre un "ventolín", nada que evitase la reanudación del partido.
Más adelante, apareció Felpudo, refuerzo clave para causar estragos a la defensa contraria. Me gusta su descaro y su poca puntualidad. Siempre hay un rebelde en el rebaño.
En un saque de córner ágil de Chonets, Letudo en el pico del área estalló un gran balón en el lateral del palo largo para conseguir una ventaja de dos goles a cero.
Un gol de rebote del rival no impidió que Chonets, tras combinaciones más elaboradas que una cabaña en Guinea Bassau, consiguiera marcar un par de goles para sellar el triunfo y liderato en solitario.
El acontecimiento finaliza con un 4-2 y el agrado de los aficionados permanece reflejado pese a leves abucheos por el descontento de retrasar a Letamina a la defensa.
Volviendo a las palabras del inicio, las finales no son para todos, y los Garchudos no han mostrado ningún tipo de inquietud. Destacar su buen hacer sin titubear ante cualquier rival o circunstancias adversas. La Tabaca ya se puede alimentar de orgullo otra semana más mientras estos muchachos escalan el olimpo de las leyendas jornada tras jornada.








Comentarios